Salí un momento, apenas el tiempo que se tarda en fumar un par de cigarrillos y hacer una llamada por el móvil.

Quizás los cigarrillos se alargaron más de la cuenta mirando al faro y sintiendo el aire en la cara, quizás la llamada se alargó también al haberme confundido varias veces con el número, adrede, solamente para volver a escuchar la voz fresca e insinuante de la muchacha que me contestaba y entre risas me volvía a decir

«Pero…¿otra vez tu? ¡te has vuelto a confundir!»

Grabé su número y entré de nuevo.

Un olor conocido y goloso impregnaba todo el hotel, ¡chocolate!??

En la planta baja no había nadie.  Huellas chocolateadas de un pie desnudo, en el suelo, parecían dirigirse hacia las escaleras.  Me pareció ver desaparecer por ellas a Clara.

Risas, lamentos, gritos, gemidos, chocolate… me vino a la mente la canción de Snow Paltrol creo que alguien la andaba tarareando

…What have I done it’s too late for that
What have I become truth is nothing yet
A simple mistake starts the hardest time
I promise I’ll do anything you ask…this time…

This time…

Haría lo que me pidieras, solo esta vez… mientras tu andas como un bombón, en chocolate,  yo me descubro, empachado, en algún rincón de este hotel escribiendo tu nombre por las paredes con tinta de cacao y de extraña locura.